Actualmente el proyecto de reforma de la Ley de Educación Sexual Integral genera desconfianza y temor en un amplio porcentaje de padres y en los sectores más conservadores de la Iglesia, lo cual provoca desde protestas hacia las escuelas hasta la presión social a diputados y senadores.
A partir del surgimiento del movimiento a favor del aborto legal, seguro y gratuito una gran cantidad de padres se mostraron en contra de que sus hijos adquieran todo tipo de información pertinente al tema. Por lo tanto, indirectamente ligaron el acceso a dicha información a la Educación Sexual Integral que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó para que se dicte en las escuelas en el año 2006, actividad que comenzó a llevarse a cabo a partir del año 2009. Incluso, desde el sector de la Iglesia hay resistencia hacia la ESI, porque, al igual que los padres la relacionan con la interrupción voluntaria del embarazo, y su postura es clara ante el tema, se oponen ya que consideran que la vida comienza desde la concepción del bebé.
Pero el aborto, no es el único punto que “atormenta” a los padres que se muestran reacios a la reforma de Ley, porque, también argumentan que a través del nuevo proyecto se va a provocar cierta confusión en la identidad sexual de los niños. Porque van a “imponer” la explotación sexual mutua, obligándolos a prácticas sexuales. Dicho argumento, es un mito creado desde el imaginario opositor, que a través de distintos medios como las redes sociales o en marchas, difundieron hashtags como #ConMisHijosNoTeMetas o #NoESIConIdeologíaDeGénero, pero esto resulta falaz, según los que se manifiestan a favor del proyecto de reforma, partiendo desde la base que la ESI no menciona el término “ideología”, sino, “diversidad” y se propone una educación respetuosa con carácter informativo, basada en conocimientos científicos y laicos.
El término ideología de género establece una cuádruple distinción en el ser humano: el sexo biológico (cuerpo con el que se nace), la identidad de género (identidad que siente la persona y que puede coincidir o no con el sexo biológico), el rol de género (rol social de hombre o mujer, el cual viene determinado por la sociedad) y la orientación sexual (hacia quién se siente atraída la persona). Esto surge en los años 60, donde se buscó dar rango científico a esta invención del "género" con el apoyo de la Conferencia Mundial de Naciones Unidas. Esta ideología está presente en todas las Agencias de las Naciones Unidas desde los años ‘90: en el Fondo para la Población, UNICEF, UNESCO y OMS que han escrito muchos documentos con los conceptos de esta ideología. Este pensamiento sostiene que las diferencias entre el hombre y la mujer, a pesar de las obvias diferencias anatómicas y biológicas, no corresponden a una naturaleza única, sino que son unas “construcciones culturales y convencionales”, hechas según los roles y estereotipos que cada sociedad asigna a los sexos.
Sin dudas, la “ideología de género” es un tema importante para el sector opositor ya que en los últimos años, surgió la consigna “Educación Sexual para prevenir SI, ideología de género para adoctrinar NO”, en la que distintas agrupaciones se respaldaron, con el consenso de la Iglesia, para luchar en contra de la reforma de Ley y presionar a las escuelas para que sus hijos estén ajenos a una realidad que está latente en la sociedad actual.
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