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   El proyecto de Ley para modificar la Educación Sexual no tiene luz verde ni celeste

El debate por el aborto legal, seguro y gratuito influye en el encajonamiento del nuevo proyecto de la reforma de la Ley 2.110 (ESI).

   El proyecto de Ley de Educación Sexual Integral, presentado en la Ciudad de Buenos Aires en 2018, aún sigue sin aprobarse, incluso está fuera de debate legislativo. Por su relación directa con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la Ley ESI hoy en día es resistida en el ámbito político, derivando en la no aprobación de la misma. Además que, existe una presión a qué no se apruebe dicha ley, por parte de la Iglesia, hecho que pudo asegurar la diputada Victoria Donda y ejemplificó, recordando la reunión entre la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María Eugenia Vidal y la Iglesia Evangelista, que tanto causó polémica en su momento.

   La Ley de Educación Sexual en la Ciudad de Buenos Aires (N°2110) se firmó en 2006, actualmente debido a los insistentes reclamos por parte de diferentes asociaciones juveniles y feministas, fueron presentando diferentes proyectos. El último presentado fue en 2018, elaborado por los legisladores Myriam Bregman y Patricio del Corro junto a docentes y estudiantes secundarios y terciarios, el que tiene como bases la educación sexual en todas las materias, con perspectiva de género para desarrollar una sexualidad plena integrando los aspectos físicos, emocionales, intelectuales y sociales que necesiten los alumnos. Otro de los puntos más importantes y que genera gran polémica es que no todos los colegios van a ser libres de dar esta educación de manera autónoma, sino que van a tener que enseñar de acuerdo a un programa ya armado y estructurado (en lo que refiere a la educación sexual).

   Es de público conocimiento que la aprobación de la nueva reforma fue impulsada por movimientos activistas y políticos, como también por una gran cantidad de jóvenes que consideran necesario el aprendizaje en la escuela secundaria. Y las razones de que se generen semejantes movilizaciones se evidencian en los temas que aborda el proyecto. En él se propone educar sobre la perspectiva de género, situaciones de acoso o embarazo no deseado, uso de métodos anticonceptivos, diversidad de género, entre otros temas. Consultamos con Miranda González Martín, profesora de Educación Sexual Integral y activista feminista, se refirió sobre la necesidad de que se apruebe el proyecto y aseguró “es necesario aprobar la reforma porque se requiere la eliminación de la arbitrariedad de que cada institución pueda dictar libremente en el nivel que quieran y como quieran, las clases sobre ESI”. Además reafirma su posición referida a la aplicación y el rol del estado y la Iglesia, “tendría que estar dictado desde una perspectiva laica y científica que se separe de los ideales religiosos” afirmó Miranda. Por último, expresó que cada punto que se propone y es fundamental para la educación de los jóvenes, ya que ellos son los que actualizan y producen conocimiento en base a la sexualidad.

   Por otro lado entre los grupos que no quieren que se apruebe esta reforma de ley tenemos a la Iglesia, el Padre Martín de la Iglesia Nuestra Señora de Loreto ubicada en el barrio de Palermo en la avenida Coronel Díaz, aseguró que esta ley incentiva al adoctrinamiento de género y que está ligada directamente con el aborto. Al estar ligada con la Ley de Interrupción Voluntaria del embarazo, a Martín le parece que un chico no puede aprender lo que es matar a otra vida teniendo tan poca edad. 

   También, Maria Eugenia Paladini, profesora en un colegio católico ve imposible poder incluir el contenido que pretende el proyecto en sus clases, debido a que ve una imposibilidad por parte del colegio a apoyar este tipo de programas, además agregó que en caso de que se apruebe el proyecto va a tener que ir a muchos cursos para poder dar sus clases tal cual este proyecto pide de cómo se tiene que dictar la ESI.  

   En los alumnos también se puede ver esta doble postura sobre si se tendría o no se tendría que aprobar la reforma de la ley. Algunos, como por ejemplo Pedro del colegio Los Robles, un colegio católico ubicado en avenida Belgrano dijo que tuvieron tres charlas sobre educación sexual, la primera fue de un cura sobre lo que es la castidad y cómo ejercerla, en segundo lugar tuvo una charla con un médico que les explico lo que eran los métodos anticonceptivos y porque está mal la penetración por el ano; y la tercer charla fue con su profesor de biología sobre enfermedades de transmisión sexual.  Pedro cree que su educación sexual fue suficiente y que no soportaría tener una clase con perspectiva de género. Otros como Florencia, de la escuela Sarmiento sobre avenida Callao, dice que su profesora de biología les explico como eran los métodos anticonceptivos, pero no les hablo sobre el aborto, que, según ella, es algo que está muy presente entre las charlas de estos días; Florencia cree que es necesario una reforma ya que esto ampliaría el conocimiento que tendría sobre métodos anticonceptivos y sobre enfermedades de transmisión sexual y además cree que es algo fundamental la perspectiva de género para que haya más respeto entre todos y para conocer más cómo piensan otros que quizás tienen otra mirada de la sexualidad diferente a ella. 

   Desde el lado del Ministerio de Educación, se mostraron abiertos a la decisión que se tome en la Legislatura, ya sea si se aprueba o no. Y, sea el caso que se apruebe van a leer el proyecto y aseguran su cumplimiento en todas las instituciones. Sin embargo, el Ministro de Educación Alejandro Finocchiario, hace unos meses, expuso su posición con firmeza sobre la Ley de Educación Sexual Integral. En su opinión, la ESI no necesita ser modificada, aunque debe terminar de  implementarse.

   A pesar que este proyecto no sea aprobado por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires, este año a finales de abril se presentó el nuevo proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Entre las modificaciones que presenta, propone que “el Estado nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios tienen la responsabilidad de implementar la ley 26150 de educación sexual integral, estableciendo políticas activas para la promoción y el fortalecimiento de la salud sexual y reproductiva de toda la población”. Además,  “el contenido curricular sobre la interrupción voluntaria del embarazo debe ser enseñado como un derecho de las mujeres y personas gestantes, a través de contenidos científicos, laicos, confiables, actualizados y con perspectiva de género que puedan fortalecer su autonomía. Deben incluirse los contenidos respectivos en el currículo de todos los niveles educativos, independientemente de la modalidad, entorno o ámbito de las instituciones educativas, sean estas de gestión pública estatal, privada o social, lo que deberá hacerse efectivo en todo el territorio nacional a partir del ciclo lectivo inmediatamente posterior a la entrada en vigencia de la presente ley”. Por último, se debe capacitar con conocimiento de perspectiva de género y diversidad sexual a los docentes y profesionales de la educación con el fin de que puedan brindar atención, contención y seguimiento a quienes quieran realizar una interrupción voluntaria del embarazo.

   Como se puede evidenciar estos puntos coinciden con los presentados en el proyecto de reforma de la educación sexual integral haciendo notoria la conexión entre ambas leyes y la intención ambas se aprueben en conjunto. Pese a que el nuevo proyecto de interrupción voluntaria del embarazo, no se llegara a tratar este año en el Congreso por motivos de que ninguno de los partidos está dispuesto a debatirla en un año electoral, será presentada de nuevo en el año 2020.

   A pesar de la presión por parte de ambos movimientos (“pro aborto” y “pro vida”) y las instituciones religiosas, hoy en día el proyecto de reforma de la Ley de Educación Sexual Integral no tiene buen puerto por la dificultad que conlleva su tratamiento, ya que estamos en año electoral, y desde la Legislatura ven complicado abordar un proyecto que propone cambiar de raíz la educación sexual en la Argentina. Más allá de la futura resolución que obtenga el proyecto, no debe perder importancia la educación que los jóvenes en Argentina.

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